lunes, 31 de enero de 2011

Addenda

El Schoenberg Quartett es un excelente grupo de cámara holandés que, entre otras cosas, ha grabado la obra de Louis Andriessen para esa conformación instrumental. Henk Guittart es el nombre de quien toca viola y la cellista se llama Viola De Hoog.

jueves, 27 de enero de 2011

In nomine











El caso de los vidrieros Glasser puede atribuirse a una larga tradición familiar y a la posibilidad de que la profesión fuera anterior al (y origen del) apellido. La cuestión de los Sanitarios Ortelli ya es más compleja. Así como el hecho de que la primera directora de la carrera de Comunicación de la UBA se llamara Alicia Entel (tal vez no tenga sentido para las generaciones más jóvenes pero, para aquellos que vimos nuestra juventud teñida por las desdichas del Plan Megatel, tiene una gracia infinita). Y ahora, este instituto de capacitación del Banco Nación (una institución seria, puede suponerse, y poco proclive a las bromas chuscas) bautizado nada menos que Cash. Sólo falta que aparezca un director orquestal aficionado a los tiempos lentos y apellidado Calderón.

miércoles, 26 de enero de 2011

Confesiones de verano

El cartel impreso de una lista de la Unión Ferroviaria, pegado en el andén de la estación Lisandro de la Torre del Ferrocarril Mitre, anuncia, con bravura: "Ni obsecuentes ni consecuentes". Otra confesión, aunque involuntaria, me la hace notar Gustavo Fernández Walker: el cartel de un precandidato a intendente asegurando "Ganamos" pero pegado sobre el anuncio de una película, cuyo título asoma en la parte superior: "Morder el polvo". La mejor de las admisiones: el friso dedicado a la justicia (los otros dos están dedicados a la ciencia y el trabajo) sobre la puerta del Palacio de la Legislatura de Salta, proyectado en 1889 como Casa de Gobierno y concluido recién en 1902. La consabida imagen de Astrea, hija de Zeus y Temis, está sin venda y tiene la balanza en franco desequilibrio. El motivo parece haber sido la venganza de los constructores ante la falta de pago por su trabajo.

Números (redondos y de otras formas)

















El programa La discoteca de Alejandría cumplió, el pasado domingo, 100 emisiones. Y este blog lleva ya 56253 visitas.

El lenguaje de la música; el lenguaje sobre la música














"Hay canciones que son más que canciones", decía una voz femenina, por la radio. Y agregaba, más o menos: "Canciones que se escuchan con la piel, que te hacen reir o llorar por lo que te recuerdan". Era un aviso, creo que no muy bueno porque olvidé de qué. Pero me resultó interesante la idea de la música, o del placer de la escucha, que allí estaba implícita. Ningún compositor, ni teórico, ni yo mismo, supongo, suscribiríamos personalmente lo que allí se afirmaba y, no obstante, eso expresaba algo que podría considerarse verdadero en relación con la experiencia de la escucha para muchos. El placer por la función evocativa y por la posibilidad de asociación de una música con un momento en particular; la posibilidad de una audición de piel, puramente emotiva, superior a cualquier otra posible percepción. Esas razones, que para Adorno, en su clásica sociología de la música, hubieran correspondido a los oyentes menos calificados -los emocionales–, aquí se enunciaban como pruebas de una verdadera ecucha, de la mejor de todas, de esa provocada por "canciones que son más que canciones" y capaz, a su vez, de convertir a ciertas canciones en más que lo que son. Nada más alejado del ideal de la escucha abstracta. Y, no obstante, nada más cercano a lo que hace que la música sea importante para tantos. Tal vez, pienso –y no estoy seguro– la experiencia de la escucha no sea tan diferente para unos y para otros. Es posible que sean similares los grados de intensidad emocional de la experiencia auditiva y lo que resulten diferentes sean los argumentos y los sistemas de valor que, consciente o inconscientemente, se ponen en juego en cada caso. Que sean distintas las enciclopedias con las que unos y otros están armados a la hora de la escucha y, sobre todo, las maneras en que unos y otros hablan/ explican/ justifican esa experiencia. Que el lenguaje de la música, tan inasible, sea el mismo en todos los casos y lo que cambie, inevitablemente, sea el lenguaje sobre la música.

lunes, 24 de enero de 2011

Obra


















Dramatis personae:
ATE (uno de los gremios estatales que nuclea a parte de los trabajadores del Teatro Colón, en conflicto con la dirección del mismo y, más allá de las discusiones internas acerca de su representatividad real o ficticia, y de las preferencias que el Estado de la Ciudad pueda tener por determinados gremios en detrimento de otros, con el grado de representatividad suficiente, tal como demuestran los hechos, como para parar la actividad del Teatro).
SUTECBA (Otro de los sindicatos que agrupa a parte de los trabajadores del Teatro Colón. Se trata del viejo gremio de los municipales, conducido, como siempre, por Datarmini y Genta; incidentalmente, ya en el comienzo del conflicto en e Colón se había manifestado en contra de las medidas propulsadas por ATE).
DIRECTOR DEL TEATRO COLÓN (Director del Teatro Colón)

Primer Acto
DIRECTOR DEL TEATRO COLÓN:
                                   Tengo un problema con ATE

Segundo Acto
DIRECTOR DEL TEATRO COLÓN:
                                   Tengo un problema con ATE

Tercer Acto
DIRECTOR DEL TEATRO COLÓN:
                                   Tengo un problema con ATE

Cuarto Acto
DIRECTOR DEL TEATRO COLÓN:
                                   Tengo un problema con ATE

Epílogo
DIRECTOR DEL TEATRO COLÓN:
                                   Albricias, solucioné mi problema con SUTECBA


¿Cómo se llama la obra?

martes, 11 de enero de 2011

La señora de ojos claros










El disco Canciones para mirar tenía una tapa de papel satinado. No era de cartón y es que, en realidad, era un disco casi casero. Papá contaba que lo había ido a comprar, por recomendación de un amigo o de la revista Primera Plana, ya no recuerdo, a un departamento donde una nujer de ojos claros atendía la puerta, decía "sí, un momentito" y al rato salía con el disco. Tiempo después fuimos al San Martín, a ver Doña Disparate y Bambuco, con Perla Santalla, que era igual a La Negra, una de mis tías abuelas, y Osvaldo Pacheco, a quienes mis padres llamaban "culito de pollo" por el gesto de la boca, que compartía con otros "culito de pollo" como Atilio Marinelli y, tal vez, su doble, Dirk Bogarde. No recuerdo haberme reído tanto hasta la aparición de El País del Nomeacuerdo y la canción "Don Enrique del Meñique". Tampoco recuerdo tristeza mayor que la que me producía "La pájara Pinta" (no podía escucharla sin llorar). Ni placer más grande que el que me daba cantar "Los castillos", que después, mucho después, toqué en flauta y me sirvió para entender qué era una escala menor. Más adelante, cuando fui maestro, Dailan Kifki, y su lectura religiosa, en capítulos, todos los viernes en la última hora, y, sobre todo, las risas, los comentarios, las caras de los alumnos de tercer grado con los que compartíamos esos momentos (que a veces se reproducían en campamentos, en "algún lugar secreto" que encontrábamos) fueron fundamentales, creo, para que muchos de esos chicos que hoy son más grandes que lo que yo era entonces, valoren la música, la literatura y, sobre todo, el humor y la inteligencia (si es que son dos cosas distintas). Mi hija Laura, ya desde bebé, conoció y disfrutó las mismas canciones, los mismos libros, las mismas poesías, el mismo humor. Y, también, mis desmañadas invenciones inspiradas por ellos: El país al que habían robado los colores, el fabuloso Reino de Quilombia, la Princesa de los Globos y la Bruja Calamuchita. María Elena Walsh, escribió además, un texto fundamental, "El país Jardín de Infantes", en 1979. Un texto cuyo efecto fue el de la ráfaga de aire claro en el medio de un pantano. Después, ya en los noventa, en una entrevista me dijo que el país, en ese momento, ya no era un jardín de infantes sino que estaba en la etapa de la secundaria: era "un país de muchachones", me dijo. La institucionalización de "la jodita", del zafar, del para qué estudiar si igual se llega a intendente, del tinellismo como fuente única, le dan la razón. María Elena Walsh murió ayer. Pocas, poquísimas, fueron hasta tal punto parte tan importante de tantas vidas.

lunes, 10 de enero de 2011

Encuesta de crítico







He aquí mi lista de lo mejor del año que pasó, en materia de discos. En el caso de la música "clásica" y del jazz aparecen tanto ediciones locales como otras que no lo son y pueden comprarse por Internet o ser encargadas en Minton's (Galería Apolo, bajando la escalera y frente a ella) –es decir: debe haber otros métodos pero estos son los dos que utilizo y me dan buenos resultados–. Las reediciones las consigno por separado, al igual que mis descubrimientos de 2010, cuando éstos no se corresponden con publicaciones del año.

Diego Schissi: Tongos. Tangos improbables (UNTREF Sonora).
Paula Shocrón y Pablo Puntoriero: El enigma (Acqua).
Roxana Amed y Adrián Iaies: Cinemateca finlandesa (20Misas/Acqua).
Juan José Castro, etc. Todo Tango. Valentín Surif (piano). (Acqua).
Scriabin, Liszt, etc. Volodos in Vienna. Arkadi Volodos (piano). (Sony).
Rose tres bele. Chansons et polyphonies des dames trouvères. Diabolus in Musica (Alpha)
Renaud García-Fons. La línea del Sur (Enja).
Jason Moran: Ten (Blue Note).
Verdi. Requiem (Harteros, Ganassi, Villazón, Pape. Dir: Antonio Pappano). (EMI.
Mahler. Sinfonía No. 8 (Dir: David Zinman). (RCA).
Monteverdi: Il Nerone, ossia L'incoronazione di Poppea (La Venexiana). (Glossa)
Giordano, etc. Verismo. Jonas Kaufmann (tenor). (Decca).

Schubert: Winterreise (Mark Padmore-Paul Lewis). (Harmonia Mundi).











Schumann:  Lieder. Maria Stuart Op. 135 (Bernarda Fink-Anthony Spiri). (Harmonia Mundi).
Sciarrino: 12 Madrigali (Neue Volcalsolisten Stuttgart). (Col legno).
Dutilleux: D'ombre et de silence. Robert Levin (piano). (ECM New Series).
Matalón: Traces (Sismal). 

Byrd: Infelix Ego (Byrd Edition Vol. 13). (The Cardinall's Musick). (Hypèrion).
J. S. Bach: Sonatas for viola da gamba and harpsichord (Paolo Pandolfo-Markus Hünninger). (Glossa).














Reediciones
John Lennon: Plastic Ono Band (EMI)
Los astros del tango: Completo (Lantower)
Beethoven: Sonatas para violín y piano (Szigeti-Arrau). (Lantower).
Modern Jazz Quartet: Under the Jasmin Tree/Space (Apple).
Benny Goodman c/ André Previn: Happy Sessions (Essential Jazz Class)
Jimi Hendrix: Band of Gypsys (Sony).
Mercedes Sosa: Yo no canto por cantar (Universal)

Descubrimientos
Penderecki: Utrenja (Dir: Antoni Wit). (Naxos)

lunes, 3 de enero de 2011

Encuestas



Un anticipo









Hay un diario argentino que anualmente publica su selección de los mejores discos de jazz. Como dice Adrián Iaies, si la revista Down Beat tiene su famosa encuesta de críticos, ésta es la única "encuesta de crítico" que existe en el mundo. Quizá, también, se trate de una versión original del "test a ciegas" (blindfold test) patentado por la revista estadounidense: el tan argentino "test a sordas". Más allá de mi propia selección (es decir mi encuesta de crítico que, de todas maneras, me llevará un tiempo) que no abarcará sólo al jazz, desde ya, y a la brevedad será publicada y, en la convicción de que aunque los discos estén desapareciendo de este mundo unos cuantos seguimos pendientes de ellos (aunque sea para bajarlos de Internet), convoco a una pequeña encuesta para lectores de este blog. La consigna es sencilla: elegir los mejores discos de cualquier género, subdividiéndolos en dos categorías. Por un lado los discos editados en 2010 (lo tradicional, podría decirse) y, por otro, los discos escuchados por primera vez en 2010 (algo un poco más personal).