jueves, 16 de junio de 2011

Presentación








El martes pasado presentamos, en la librería y editorial Eterna Cadencia, la colección de libros de música en la que acaba de publicarse La música en el grupo Sur, de Pablo Gianera. Hablamos los autores de los próximos libros a editarse –Martín Liut, Gustavo Fernández Walker, Julián Delgado y yo–, habló Pablo y habló, sobre su libro y sobre Sur, Gonzalo Aguilar. Hasta aquí el relativo autobombo. Ahora hablaré de Aguilar, a quien no conocía más que por menciones de Abel Gilbert y por lecturas salteadas en la revista Punto de Vista. Después de la presentación compré su Episodios cosmopolitas en la cultura argentina, editado por Santiago Arcos. El libro me deslumbró –efecto que no abunda, debo decir–. Me encantaron su rigor pero, lejos del último lugar en importancia, su estilo. Un coloquialismo "culto" que le permite introducir, por ejemplo, una carta "técnica" de Federico Monjeau acerca del estilo de la música que Juan Carlos Paz compuso para la película La casa del ángel, de Leopoldo Torre Nilsson. E incluir en ella las discusiones que Monjeau plantea con respecto al texto que, evidentemente, Aguilar le había mandado previamente. El libro aborda diferentes "episodios" que bordean a -o se internan en– Borges, Rodolfo Walsh, Fogwill, el viaje cultural en la década de 1920, Invasión y La hora de los hornos y, en un ensayo verdaderamente modélico, el Fausto de Gounod, su lectura gauchesca a cargo de Estanislao del Campo y las posteriores derivaciones –y, ante todo, la sociedad argentina– en "La ópera nacional: un género migrante de la expansión metropolitana". El general vacío intelectual –y la prescindencia de los intelectuales– en la reflexión acerca de la música, no es una novedad. Y sus causas –en el caso de que las haya– suelen ocasionar más de un debate entre amigos. Este trabajo es una de las magníficas y saludables excepciones. Y resulta verdaderamente refrescante leer algo acerca de la ópera en la Argentina algo escrito desde afuera. Ni más ni menos que desde el mundo, para tomar uno de los temas del libro de Aguilar.

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